Las áreas de más alta posibilidad de incendio se encuentran próximas a caminos, carreteras o poblados, así como en áreas de fuertes pendientes, zonas de pastoreo, lugares de recreo, áreas en aprovechamiento maderable, etc.
El tipo y estado de la cubierta vegetal, las condiciones climáticas generales y la topografía del terreno así como las condiciones socioeconómicas determinan la frecuencia e intensidad de los incendios.
Las condiciones climatológicas influyen en la susceptibilidad que un área determinada presenta frente al fuego; factores como la temperatura, la humedad y la pluviosidad determinan la velocidad y el grado al que se seca el material inflamable y, por tanto, la combustibilidad del bosque.
- TEMPERATURA
Los efectos de la temperatura sobre todo cuando es a la vez elevada y persistente, se traducen en una desecación progresiva de la vegetación que puede alcanzar extremos de sequía y en la aparición de corrientes de aire que se elevan desde los suelos caldeados. Tales efectos son naturalmente más acusados en los meses de verano y, dentro de ellos, a mediodía y primeras horas de la tarde.
Al aumentar 10°C la temperatura, la humedad relativa se reduce a la mitad.
- VIENTO
La acción del viento se manifiesta en varias formas diferentes:
-Aportando oxígeno a la combustión en cuantía tanto mayor cuanto más fuerte es, intensificándose aquélla en consecuencia.
- El viento tiende a acelerar la desecación y a aumentar la gravedad de los incendios avivando la combustión.
-Aproximando las llamas a los árboles que aún no arden, adelantando así su quema.
-Desplazando chispas y pavesas a zonas del monte aún no incendiadas dando origen a nuevos focos.
Un incendio, en su comienzo, adopta las siguientes formas características:
-Cuando sopla viento en una sola dirección, el perímetro recuerda a una elipse, cuyo eje mayor es paralelo a dicha dirección.
-Cuando el viento es variable, se extiende y variará con la dirección del viento.
En el clima mediterráneo:
- Los vientos del verano (tramontana, levante, etc.), caracterizados por su gran velocidad y poder desecante hacen descender la humedad atmosférica por debajo del 30 por 100 y contribuyen a propagar los fuegos, trasladando pavesas a gran distancia.
- Los vientos secos y fríos de invierno también pueden ser causa de incendios debido al descontrol de pequeñas quemas provocadas por pastores y campesinos.
- HUMEDAD
La tendencia de los vegetales leñosos es la de buscar el estado de equilibrio de humedad con el medio circundante y recordando que su resistencia a arder está en función del agua que contienen. Por lo tanto, es evidente la influencia de la humedad en la propagación del fuego si bien sus efectos son más atenuados que los del viento o la pendiente.
Teniendo en cuenta el proceso de combustión:
-Los combustibles secos arden más deprisa, porque pueden pasar antes de los 200 °C.
-Si el aire es seco, la combustión es más rápida, porque absorbe el vapor de agua desprendido por el combustible.
La topografía afecta a:
- Los combustibles y a su disponibilidad para la combustión.
- La dirección y velocidad de los incendios forestales.
- Cambios en la topografía pueden suponer barreras totales o parciales para la dispersión de los incendios forestales.
- PENDIENTE
La pendiente es el principal factor. Con pendiente fuerte se acelera la propagación, ya que:
-Los combustibles están más cerca de las llamas.
-El precalentamiento del combustible es más rápido.
-La velocidad del viento aumenta.
-Se desarrolla rápidamente la columna de convección.
Si el combustible y el viento son constantes, la longitud de la llama y la tasa de propagación del fuego se incrementan de forma proporcional a la inclinación de la pendiente.
- ALTITUD
Las laderas se dividen en tres zonas según la altitud:
-Tercio inferior, que incluye el valle. En él las temperaturas son más altas y generalmente hay más combustible. Alta intensidad del fuego.
-Tercio intermedio. Menos combustible, pero posibilidad de formación en él de un cinturón intermedio.
-Tercio superior. Propagación más lenta por menos disponibilidad de combustible, pero es la zona a veces más conflictiva porque es donde ocurren cambios bruscos de viento.
- EXPOSICIÓN
Según la exposición hay diferente propagación en solana que en umbría, en razón de la diferente cantidad de combustible y diferencias de humedad.
Por lo general las exposiciones sur y suroeste son las más favorables para el inicio y dispersión del fuego.
– Mayor insolación
– Menor contenido en humedad
– Mayor temperatura
– Secado del combustible más rápido
– Deshielo de la nieve más rápido
La altitud es un factor determinante del desarrollo de la vegetación. Como norma general, la cantidad de combustible disminuye al aumentar la altitud.
Igualmente la exposición tiene gran influencia en el desarrollo de la vegetación. Las laderas de solana, como norma general, están más secas y tienen menos combustible que las de umbría.
Gran influencia de la pendiente al favorecer la continuidad vertical de los combustibles.
Muchas especies de los bosques del Mediterráneo “necesitan” el fuego durante el ciclo reproductivo.
La mayoría de las especies de pinos se caracterizan por presentar mecanismos fisiológicos que conectan la reproducción natural con el fuego. Además, suelen tener un elevado contenido en resina y aceites esenciales, extremadamente inflamables.
Otras especies esclerófilas de hoja perenne ( género Quercus) se adaptan produciendo brotes y renuevos si la parte aérea de la planta resulta disminuida por el fuego (protección no permanente).
4. Condiciones socioeconómicas
- CONFLICTOS EN EL ÁMBITO RURAL
– Persistencia contra roturación.
– Abandono de tierras
– Pastoreo con empleo del fuego.
– Quemas sistemáticas de restos agrícolas.
– Declaración de zonas de especial protección.
– Los cultivos forestales
- CONFLICTOS EN EL ÁMBITO URBANO
– Transformación a uso urbano.
– Basureros mantenidos con fuego
– Expansión de los usos recreativos en el área forestal
- CONFLICTOS NO RELACIONADOS DIRECTAMENTE CON EL USO DE LA TIERRA
– Venganzas
– Delincuencia
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