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jueves, 25 de marzo de 2010

EFECTOS

Los efectos desfavorables del fuego sobre los ecosistemas forestales son diversos, y su importancia crece con la frecuencia de los episodios incendiarios en una misma zona. Si no transcurre el tiempo necesario para que el bosque se recupere de modo natural, se produce una degradación progresiva del mismo, y con él, de los suelos sobre los que se desarrolla.
El impacto medioambiental de los incendios forestales afecta tanto a la biodiversidad como al suelo, agua y atmósfera.
El 95% del área que cada año se quema en la UE pertenece a la zona mediterránea. Las zonas mediterráneas destruidas por el fuego son víctimas de un fenómeno conocido como "sabanización". La tierra queda casi estéril y limita la recolonización de las plantas autóctonas. El suelo se vuelve más impermeable e impide la penetración del agua en su interior. La actividad bacteriana y de los hongos, trascendentales en los procesos biológicos del suelo, se ve también muy afectada, esto, naturalmente, puede afectar negativamente a los ciclos biogeoquímicos de numerosos elementos, los cuales dependen de la biota del suelo.
La sucesión de nuevos fuegos y lluvias torrenciales incrementa la erosión y la pérdida del suelo fértil.
Esta erosión se suele producir en los dos primeros meses tras el incendio. El manto vegetal desaparece, y con él, la barrera natural que retiene el agua y frena las inundaciones. Es lo que se denomina "desertificación del paisaje".
Los incendios forestales generan contaminación de diversas formas. Durante los primeros momentos después del fuego, la mineralización de la materia orgánica vegetal provoca una efímera fertilidad del suelo. Pero la gran mayoría de estos nutrientes son muy volátiles y pasan a la atmósfera o quedan disueltos en corrientes de agua. Como efecto derivado de la combustión de las masas forestales, diversas partículas y gases, incluidos los de tipo invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), acaban también en la atmósfera.
Los costes económicos de un incendio forestal son considerables. La madera y sus productos derivados, desde papel hasta combustible, y los productos alimenticios de la zona, ya no pueden aprovecharse. El ecosistema pierde su atractivo para las actividades de ocio y turismo. Las labores de regeneración suponen un gran desembolso económico que no siempre se ve recompensado.
A continuación se expone los diferentes efectos que pueden causar los incendios forestales: sobre el ecosistema, la fauna, la flora y el clima.


o LOS EFECTOS DE LOS INCENDIOS SOBRE EL ECOSISTEMA

Los incendios forestales tienen muchas repercusiones sobre la diversidad biológica. A escala mundial, son una fuente importante de emisión de carbono, contribuyendo al calentamiento mundial que podría modificar la biodiversidad. En los planos regional y local, modifican el volumen de biomasa, alteran el ciclo hidrológico con consecuencias sobre sistemas marinos como los arrecifes de coral, e influyen en el comportamiento de las especies vegetales y animales. El humo procedente de los incendios puede reducir notablemente la actividad fotosintética (Davies y Unam, 1999) y perjudicar la salud de los seres humanos y me los animales.

Uno de los efectos ecológicos más importantes de los incendios es la mayor probabilidad de que se produzcan nuevos episodios del mismo tipo en los años subsiguientes, al caer los árboles, lo que permite que la luz del sol reseque el bosque y produzca una acumulación de combustible con un aumento de especies susceptibles a los incendios, como las herbáceas inflamables.
La consecuencia de los incendios repetidos es perjudicial porque es uno de los factores principales del empobrecimiento de la biodiversidad en los ecosistemas de los bosques pluviales. Los incendios pueden ser seguidos de la colonización e infestación de insectos que perturban el equilibrio ecológico.

La sustitución de zonas extensas de bosque por herbáceas inflamables es uno de los efectos ecológicos más negativos de los incendios sobre los bosques pluviales tropicales.

o EFECTOS DEL FUEGO EN LA FAUNA FORESTAL


Efectos devastadores sobre las especies forestales de vertebrados e invertebrados, no sólo porque les causa la muerte directa, sino también porque provoca efectos indirectos más duraderos como estrés y desaparición de hábitats, territorios, cobijo y alimento. La desaparición de organismos de gran importancia para los ecosistemas forestales, tales como invertebrados, polinizadores y descomponedores, puede retardar de forma muy significativa el índice de recuperación del bosque (Boer, 1989).

La destrucción de árboles huecos en pie y de árboles muertos caídos tiene efectos negativos sobre la mayor parte de las especies de mamíferos y sobre las aves que anidan en las cavidades (Kinnaird y OBrien, 1998). Los incendios provocan el desplazamiento de aves y mamíferos, lo cual puede alterar el equilibrio local y en última instancia la pérdida de vida silvestre, dado que los ejemplares desplazados no tienen lugar al que dirigirse.
La pérdida de árboles frutales se traduce en una reducción del número de especies de aves y de animales que se alimentan de frutos; este efecto es particularmente acusado en los bosques tropicales.

En los bosques quemados se reducen las poblaciones de mamíferos pequeños, aves y reptiles y también los carnívoros tienden a evitar las zonas quemadas. La disminución de la densidad de pequeños mamíferos como los roedores puede influir negativamente en el suministro de alimentos a los carnívoros de tamaño reducido.

Los incendios también destruyen la hojarasca y las comunidades de artrópodos que la habitan, limitando aún más la disponibilidad de alimentos para las especies de omnívoros y carnívoros (Kinnaird y OBrien, 1998).

o EFECTOS DEL FUEGO EN LA FLORA


Los incencios provocan la muerte de la vegetación más sendible o poco adaptada y debilitan la que queda, que se convierte en foco ded plagas y enfermedades, puediendo provocar la deforestación de un lugar.
Los incendios forestales constituyen actualmente la causa más importante de destrucción de bosques en los paises del mediterráneo.
Cada año cerca de 50000 incendios queman entre 700000 y 1000000 de hectáras de monte (aproximadamente la superficie de la provincia de Ávila).

o EFECTOS DEL FUEGO EN EL CLIMA

La combustión de vegetales libera numerosos gases (como monóxido y dióxido de carbono, metano…) y particulas que provocan contaminación atmosferica. Esta contaminación altera la dinámica de la atmósfera, lo que entre otras secuelas, incrementa el efecto invernadero, origen del calentamiento global de la Tierra.
La cubierta vegetal crea un microclima con “nichos ecológicos” diferenciados en humedad, temperatura, aireación…Tras el incendio, estas condiciones se vuelven homogéneas produciendo bruscos efectos: aumenta la radiación solar, la temperatura, la absorción de calor, la velocidad del viento, la evaporación y la desecación; y disminueye la humedad ambiental.

Sin embargo, no todo es negativo en lo que al fuego se refiere. Cuando los incendios se deben a causas naturales (algo que cada vez ocurre con menos frecuencia), ayudan a mantener la salud del bosque, gracias a la movilización de nutrientes y a la acción controladora que el fuego ejerce sobre las plagas forestales. Además, los incendios de baja intensidad contribuyen a mantener carbono en el suelo, impidiendo así su volatilización y pérdida en forma de gas carbónico. Todo esto, naturalmente, no debe servir de justificación para prender incendios de modo intencionado, ni como disculpa por una inexcusable negligencia.
En cualquier caso, los incendios son parte de los bosques y las comunidades vegetales, y constituyen un fenómeno digno de ser estudiado. Las peculiaridades de los suelos de origen volcánico (suelos ándicos) hacen que estos suelos se comporten de modo peculiar ante el calor y el fuego.

MEDIDAS LEGISLATIVAS

  • COMUNITARIA

    Reglamento (CE) núm 304/2008, de la Comisión, de 2 de abril de 2008, por el que se establecen, de conformidad con el Reglamento (CE) núm 842/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, los requisitos mínimos y las condiciones del reconocimiento mutuo de la certificación de empresas y personal en lo relativo a los sistemas fijos de protección contra incendios y los extintores que contengan determinados gases fluorados de efecto invernadero (DOUE núm L 92/12 de 3 de abril de 2008)

    Decisión de la Comisión, de 25 de marzo de 2008, sobre los requisitos de seguridad contra incendios que deben cumplir las normas europeas para cigarrillos de conformidad con la directiva 2001/95/CE del Parlamento Europeo y del Consejo (DOUE núm L 83/86 de 26 de marzo de 2008)

    Decisión de la Comisión de la Comunidad Europea, de 22 de noviembre de 2005 por la que se modifica la Decisión 2001/671/CE relativa a la aplicación de la Directiva 89/106/CEE del Consejo en lo que concierne a la reacción al fuego de las cubiertas y de los revestimientos de cubiertas ante un fuego exterior (Diario de la Unión Europea L307 de 25 de noviembre de 2005)

    Decisión de 25 de mayo de 2005, de la Comisión de la Comunidad Europea por la que se establecen las clases de reacción ante un fuego exterior de las cubiertas y revestimientos de cubiertas para determinados productos de construcción con arreglo a la Directiva 89/106/CEE del Consejo (Diario de la Unión Europea L 135 de 28 de mayo de 2005)

    Decisión de la Comisión de 26 de agosto de 2003 por la que se modifica la Decisión 2000/147/CE, por la que se aplica la Directiva 89/106/CEE del Consejo, en cuanto a la clasificación de las propiedades de reacción al fuego de los productos de construcción. (Diario Oficial de la Unión Europea L 220/6 de 3 de septiembre de 2003)


    Decisión de la Comisión de 7 de agosto de 2003 por la que se modifica la Decisión 2003/43/CE por la que se establecen las clases de reacción al fuego para determinados productos de construcción. (Diario Oficial de la Unión Europea L 201/25 de 8 de agosto de 2003)

  • ESTATAL


Leyes
Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de ordenación de la edificación. (BOE núm. 266 de 6 de noviembre de 1999)

Resoluciones

Resolución de 17 de septiembre de 2009, de las Cortes Generales, por la que se ordena la publicación del acuerdo de convalidación del Real Decreto-Ley 12/2009, de 13 de agosto, por el que se aprueban medidas urgentes para paliar los daños producidos por los incendios forestales y otras catástrofes naturales ocurridas en varias Comunidades Autónomas. (Boletín oficial del Estado numero 230 de 23 de septiembre de 2009)

Resolución de 17 de diciembre de 2003, de la Dirección General de la Vivienda, la Arquitectura y el Urbanismo, por la que se reconoce la conformidad de tres puertas resistentes al fuego para ascensor fabricadas por Schindler Lifts Ltd., con lo establecido en la Norma Básica de la Edificación NBE-CPI/96 «Condiciones de Protección Contra incendios en los edificios». (BOE núm. 28 de 2 de febrero de 2003)

Circulares


Circular de 10 de abril de 1980 de la Dirección General de Empresas y Actividades Turísticas aclaratoria sobre prevención de incendios en establecimientos turísticos.(BOE núm. 109 de 6 de mayo de 1980)

Enmiendas


Corrección de errores de las enmiendas de 2006, hechas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, al Código Internacional de sistemas de seguridad contra incendios (Código SSCI) en virtud del SOLAS 1974, (publicado en el «Boletín Oficial del Estado» nº 299 de 14 de diciembre de 2002), adoptadas el 18 de mayo de 2009 mediante Resolución MSC 206(81). (Boletín oficial del Estado numero 62 de 12 de marzo de 2010)


Corrección de erratas de las enmiendas de 2006, hechas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, al código internacional de sistemas de seguridad contra incendios, publicado en el «boletín oficial del Estado» nº 299 de 14 de diciembre de 2002, adoptadas el 8 de diciembre de 2006 mediante resolución MSC 217(82). (Boletín oficial del Estado numero 249 de 15 de octubre de 2009)


Enmiendas de 2006 hechas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación al Código Internacional de Sistemas de Seguridad contra Incendios, publicado en el «boletín oficial del Estado» nº 299 de 14 de diciembre de 2002, adoptadas el 8 de diciembre de 2006 mediante resolución MSC 217(82). (Boletín oficial del Estado numero 182 de 29 de julio de 2009)

Decretos


Real Decreto 1468/2008 del Ministerio del Interior, de 5 de septiembre, por el que se modifica el Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la norma básica de autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia (BOE núm. 239 de 3 de Octubre de 2008)


Corrección de errores del Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de Edificación (BOE núm 22 de 25 de enero de 2008)

Real Decreto 393/2007 del Ministerio del Interior de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia (BOE núm 72 de 24 de Marzo de 2007)

Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, del Ministerio de la Vivienda por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación (BOE num. 74 de 28 de marzo de 2006)

Real Decreto 312/2005, de 18 de marzo, del Ministerio de la Presidencia, por el que se aprueba la clasificación de los productos de construcción y de los elementos constructivos en función de sus propiedades de reacción y de resistencia frente al fuego (BOE núm.79 de 2 de abril de 2005)

Corrección de errores y erratas del Real Decreto 2267/2004, 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales (BOE núm. 55 de 5 de marzo de 2005)

Real Decreto 2267/2004, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales (BOE núm.303 de 17 de diciembre de 2004)

Real Decreto 1218/2002, de 22 de noviembre, por el que se modifica el Real Decreto 1751/1998, de 31 de julio, por el que se aprobó el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios y sus Instrucciones Técnicas Complementarias y se crea la Comisión Asesora para las Instalaciones Térmicas de los Edificios. (BOE núm. 289 de 3 de diciembre de 2002)

Real Decreto 997/2002, de Ministerio de Fomento, de 27 de septiembre, por el que se aprueba la norma de construcción sismorresistente: parte general y edificación (NCSR-02) (BOE núm.244 de 11 de octubre de 2002)

Real Decreto 786/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad contra incendios en los establecimientos industriales. ANULADO POR LA SENTENCIA 27 DE OCTUBRE DE 2003 DE LA SALA TERCERA DEL TRIBUNAL SUPREMO.

Real Decreto 2177/1996, de 4 de octubre, NBE-CPI-96 Norma Básica de la Edificación y Condiciones de Protección contra Incendios en los edificios. (BOE núm. 261 de 24 de octubre de 1996)




Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios.(BOE núm. 298 de 14 de diciembre de 1993)
Corrección de Errores del Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios.(BOE núm. 109 de 7 de mayo de 1993)


Real Decreto 279/1991, de 1 de marzo, por el que se aprueba la norma básica de la edificación "NBE-CPI/91: Condiciones de protección contra incendios en los edificios." (Derogado a excepción del art. 2 por el Real Decreto 2177/1996, de 4 de octubre).(BOE de 21 de noviembre de 1991)

Órdenes
Orden 27 de julio de 1999, por la que se determinan las condiciones que deben reunir los extintores de incendios instalados en vehículos de transporte de personas o mercancías. Posterior a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.(BOE núm. 170 de 5 de agosto de 1999)

Orden de 16 de abril de 1998, sobre Normas de Procedimiento y Desarrollo del Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios y se revisa el Anexo I y los Apéndices del mismo.(BOE núm. 10 de 28 de abril de 1998)

Orden de 10 de marzo de 1998 por la que se modifica la Instrucción Técnica Complementaria MIE-AP5 del Reglamento de Aparatos a Presión sobre extintores de incendios.(BOE núm. 10 de 28 de abril de 1998)

Orden de 15 de noviembre de 1989, por la que se aprueba la Instrucción Técnica Complementaria sobre Extintores de Incendios (ITC-MIE-AP5). Modifica Orden de 31 de mayo de 1982, la Orden de 26 de octubre de 1983, la Orden de 31 de mayo de 1985 y la Orden de 15 de noviembre de 1989.


Orden Ministerial de 29 de noviembre de 1984 por la que se aprueba el Manual de Autoprotección para el desarrollo del Plan de Emergencia contra Incendios y de Evacuación en Locales y Edificios.(BOE núm. 49 de 26 de febrero de 1984)ANULADO POR REAL DECRETO 393/2007 DEL MINISTERIO DEL INTERIOR, DE 23 DE MARZO DE 2003 POR EL QUE SE APRUEBA LA NORMA BÁSICA DE AUTOPROTECCIÓN.

Orden de 31 de marzo de 1980, por la que se modifica la de 25 de septiembre de 1979, sobre prevención de incendios en establecimientos turísticos.(BOE núm. 87 de 10 de abril de 1980)

Orden de 24 de octubre de 1979, sobre protección contra incendios en los establecimientos sanitarios.(BOE núm. 267 de 7 de noviembre de 1979)

Orden de 25 de septiembre de 1979, sobre prevención de incendios en establecimientos turísticos.(BOE núm. 252 de 20 de octubre de 1979)

  • AUTONÓMICA

Castilla y León


Resolución de 20 de septiembre de 2005, de la Junta de Castilla y León. Convenio Específico de Colaboración entre la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y la Mancomunidad Cañada Real de Ávila (Ávila), en materia de Extinción de Incendios (Boletín Oficial de Castilla y León núm.201 de 18 de octubre de 2005)

Resolución de 20 de septiembre de 2005, de la Junta de Castilla y León. Convenio Específico de Colaboración entre la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y la Mancomunidad Asocio de Ávila (Ávila), en materia de Extinción de Incendios (Boletín Oficial de Castilla y León núm.201 de 18 de octubre de 2005)

Resolución de 20 de septiembre de 2005, de la Junta de Castilla y León. Convenio Específico de Colaboración entre la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y la Mancomunidad de Cinco Villas de Ávila (Ávila), en materia de Extinción de Incendios (Boletín Oficial de Castilla y León núm.201 de 18 de octubre de 2005).

COORDINACIÓN Y VIGILANCIA

La vigilancia de las superficies forestales se basa en una red de puestos fijos y móviles de observación, que conectados por emisoras con una central de operaciones, darán aviso a ésta de cualquier fuego para que distribuya los medios de extinción lo más rápidamente posible.
Así mismo, es conveniente conocer e informar, en las campañas, sobre la problemática o coste que supone la extinción de incendios.
Una detección eficiente dentro de un programa de lucha contra el fuego garantiza que los daños producidos por el fuego y los gastos de las operaciones de extinción sean mínimos.
La detección de incendios se fundamenta en una serie de actividades cuyo objetivo es descubrir, localizar y comunicar el inicio de un fuego a la Central de Operaciones.
Las condiciones principales de la detección son:
- Debe ser lo más rápida posible.
- Debe ser capaz de obtener la mayor cantidad de información útil sobre el fuego.
- Debe ser rápida, clara y precisa en la entrega de la información a la Central de Operaciones.
Las fuentes de detección en España son:
- Vigilantes de puestos fijos
-Vigilancia móvil
- Personal ajeno que normalmente avisa telefónicamente

- DETECCIÓN TERRESTRE FIJA

Normalmente se utiliza por dos causas principales:
- En áreas donde el recurso forestal a proteger posee un alto valor socioeconómico y/o ecológico
- En zonas de alto riesgo de incendios
En España la detección terrestre fija se establece de junio a octubre en un periodo que se denomina "campaña de incendios". Según el año este periodo puede alargarse o acortarse. También es característica en España la "campaña invierno-primavera", localizada principalmente en el tercio norte peninsular.
De acuerdo con el área a proteger, riesgo de la zona y graduación en el tiempo del peligro de incendios, se establecen en el territorio una red de puntos de observación que constituyen los "puestos fijos de vigilancia".
La elección de los emplazamientos de los puestos fijos en las comarcas forestales puede establecerse por el proceso siguiente:
-Inventario de puntos posibles con ayuda de cartografía y el análisis estereoscópico de las fotografías aéreas de la comarca.
-Primera selección entre los puntos posibles mediante visitas al terreno y consultas con la población.
-Selección definitiva mediante análisis de perfiles transversales, superficies cubiertas y áreas ciegas.
-Plano digitalizado que incluya el relieve, existen programas informáticos que permiten una selección de puestos fijos, pues cifran para cada uno de ellos las superficies de áreas cubiertas y ciegas.
-Área, Como norma general, en terreno accidentado, el radio que determina el campo de visión puede fijarse en 10 Km y en terreno llano en 20 Km. Teniendo en cuenta las áreas ciegas, puede darse como superficie útil a proteger entre 25000 ha y 50000 ha, según zonas.
-La densidad de puestos de vigilancia debe ser función de la importancia forestal y ecológica del área a proteger, así como del riesgo temporal de incendios.
-Terrenos accidentados, presentan mayor porcentaje de áreas ciegas que los llanos, éstos precisan menor densidad de puestos de vigilancia que los accidentados.
-Radio operativo, definido por el campo de visión debe tenerse en cuenta que la visibilidad es mayor en dirección al Sol que de espaldas a él y que los fondos oscuros favorecen la visibilidad por contraste.
-Limitaciones temporales de la visibilidad: brumas, cielo salpicado de nubes, fuerte viento, etc., que dificulten la localización del foco del fuego, así como las tormentas, requieren reforzar la vigilancia fija con la móvil.



- TIPOS DE PUESTOS DE VIGILANCIA

o Casetas - Torres

Las torres se construirán en aquellos lugares en los que se quiera aumentar la visibilidad reduciendo las áreas ciegas, en terrenos llanos o poco accidentados y en puntos rodeados de arbolado. Las casetas se construirán en las restantes circunstancias.



o Equipo necesario


- Sistema de comunicación con la Central de Operaciones por medio de equipos de radio o telefonía móvil en puestos importantes con funciones de coordinación.
- Prismáticos
- Cartografía del área a proteger con la máxima información geográfica y de la vegetación
- Libro de registro de incidencias
- Sistema de localización en el terreno del foco del fuego y su identificación aproximada en el mapa.

- DETECCIÓN TERRESTRE MÓVIL

Se emplea fundamentalmente:
- En zonas de alto riesgo
- En áreas con recursos forestales valiosos o valores ecológicos sobresalientes.
- En sectores no visualizados por el sistema de detección terrestre fijo (áreas ciegas)
- Como refuerzo temporal al sistema de puestos fijos en días/horas de visibilidad reducida o de índice de peligro extremo.


Programación de la ruta:
- Recorridos cíclicos en un tiempo mínimo
- Máximo cubrimiento del sector, desplazándose por caminos con la mayor visibilidad
- Zonas con mayor afluencia de visitantes en los días y horas que se produce
- Áreas donde se usa el fuego por la población rural


Equipo necesario:
- Medio de transporte
- Radio
- Libro de registro
- Herramientas para el primer ataque.
- Extintores de explosión

Ventajas:
- Posee efecto disuasorio al sentirse vigilados los visitantes, pobladores, transeúntes, etc.
- Posibilita un primer ataque al incendio, llegando incluso a su control
- Mejora grande de la información a la Central de Operaciones.

Limitaciones:
- La vigilancia es interrumpida, pues pasa cierto tiempo entre dos recorridos por la misma zona
- Impuestas por la ruta con campo de visión reducido que se mejora parcialmente en sitios prefijados de buena visibilidad panorámica.

Vehículos de Vigilancia y Primer Ataque (VVPA)
El objetivo de estos equipos es que los focos de fuego no se extiendan y queden en conatos (incendios menores de una hectárea).





La composición del VVPA es:
- Un chasis todo terreno tipo cabina-caja (pick-up)
- Un módulo ligero de extinción desmontable.
- Un equipo de vigilancia y toma de datos

- DETECCIÓN AÉREA

Se utiliza principalmente:
- En áreas extensas con recursos forestales importantes y Parques o Reservas de considerable superficie.
- En zonas con escasez de puestos fijos y móviles de vigilancia
- En grandes superficies con alto riesgo, preferentemente en días y horas de peligro extremo.



Equipo necesario:
- Avión o helicóptero
- Base aérea próxima
- Transceptores de radio
- Mapas
- Equipos complementarios (GPS, cámara de TV, detectores de IR, transmisión de imágenes por telefonía móvil, microondas, etc.)
- Tripulación

Ventajas:
- Permite observar gran cantidad de superficie por unidad de tiempo.
- Gran flexibilidad
- Puede efectuar un reconocimiento del incendio ya detectado, entregando información adicional.
- Facilidad para que la información sea precisa y exacta de la evolución del incendio.
- Eventualmente o con misión específica de aeronave de coordinación que apoye al Director de extinción.
- Puede actuar como aeronave de vigilancia y primer ataque.

Limitaciones:
- Observación interrumpida con un periodo de tiempo largo entre dos vuelos de la misma zona.
- Imposibilidad de operar bajo condiciones meteorológicas adversas.
- Costes de operación generalmente elevados, sólo justificables como refuerzo de la vigilancia tradicional.

Aeronaves de vigilancia y primer ataque
En los últimos años, en España por el desarrollo espectacular del empleo de medios aéreos de extinción, se emplean también aviones con capacidad de unos 3100 litros para misiones de vigilancia junto con el primer ataque. La posibilidad de actuar con un medio rápido garantiza la extinción de un incendio en su inicio con una o dos descargas normalmente con retardantes o espumas. Los costes elevados por el número de horas de vuelo a contratar requieren un estudio previo.

- OTROS SISTEMAS DE DETECCIÓN

- Se reseñan seguidamente, pues no se considera necesaria una descripción detallada por su alto coste y limitaciones de su aplicación, los sistemas siguientes:
Detección de Incendios por Infrarrojos
Todos los cuerpos emiten radiaciones y éstas pueden detectarse por medio de cámaras o sensores de infrarrojos (IR), dando una imagen en la que se distingue el cuerpo a más alta temperatura del resto de su entorno.
Por muy bueno que sea el dispositivo de detección siempre se necesita la imagen de TV que proporcionan cámaras de visión diurna y nocturna.
Las ventajas de la detección IR son: Eficaz en la detección nocturna y en los días de mala visibilidad, precisión en la detección y propagación del fuego.
Como inconvenientes cabe destacar: Dificultad en la eliminación de falsas alarmas, complejidad del instrumental para su manejo, alcance limitado y exclusivo de las zonas expuestas, alto coste del instrumental, instalación y mantenimiento.



Aplicaciones del GPS en la lucha contra incendios forestales en España
Tras la presentación del estudio por parte de la UPM (Universidad Politécnica de Madrid) que evaluó las utilidades del GPS y los receptores que había en esos momentos en el mercado para conocer a fondo sus prestaciones, se decide incluir equipos GPS en los trabajos de 1992 con las siguientes acciones:

- Adquisición de navegadores GPS con destino a los aviones anfibios CL-215
- La exigencia, en los pliegos de condiciones de contratación de aeronaves de vigilancia y coordinación, de la dotación de navegador GPS. En el resto de aeronaves arrendadas se favorecía como criterio de selección que contasen con navegador. A partir de 1993 ya se exige para todas las aeronaves arrendadas.
- La compra de un equipo con memoria y almacenamiento de ficheros para la realización de planimetrías de grandes incendios.
- El encargo de un nuevo estudio a la UPM sobre la viabilidad y puesta en práctica de un sistema de seguimiento de móviles.
Gracias al GPS y a su integración con los Sistemas de Información Geográfica se ha podido realizar en España la planimetría de grandes incendios. Esto permite, entre otras muchas cosas, determinar:
- Superficies según tipo de vegetación
- Superficies según propiedad y tipos de vegetación
- Superficie afectada de Espacios Naturales Protegidos
- Especies y volúmenes de madera afectados.

EXTINCIÓN

Para extinguir los incendios en España tenemos gran cantidad de medios humanos y técnicos de gran calidad.
La extinción será más eficaz cuanto antes se detecte el incendio. Desde la Central de operaciones se despachan hombres, herramientas y equipos. Su objetivo al llegar al incendio será extinguir el fuego de la forma más efectiva, rápida y segura. Para la extinción de un incendio se dispone de numerosas técnicas, y diferentes medios técnicos y humanos.
Una vez se conoce de la existencia de un incendio forestal sólo queda centrarse en la extinción del mismo.
Para la extinción de un incendio se tratara de romper el triángulo del fuego eliminando alguno de los componentes que intervienen en la combustión, la eliminación de alguno de ellos provocará la extinción. Aunque existe un cuarto elemento ( tetraedro de fuego, la reacción en cadena, la inhibición química de la llama o rotura de la reacción en cadena, no se tiene en cuenta, al hablar de incendios forestales, por no ser éste un método efectivo de extinción en este tipo de incendios.

a) Eliminación del calor

Se busca suspender la reacción exotérmica retrasando la emisión de gases inflamables, esto se consigue aplicando una serie de productos retardantes sobre el combustible.
El retardante más común es el agua que se utiliza de dos maneras:
• Arrojándola bruscamente sobre el fuego.
• Lanzándola sobre combustible que no ha ardido para aumentar el contenido de humedad.
El uso de este procedimiento depende de la disponibilidad del agua que suele ser escasa en los montes.
b) Eliminación del comburente (sofocación.)

Su eliminación total es imposible aunque se realiza a muy pequeña escala mediante dos procedimientos:
• Recubriendo el combustible: lanzando tierra con pala, uso de extintores, etc.
• Golpeando el combustible: batefuegos, ramas, etc.
c) Eliminación del combustible

Uso de líneas de defensa, y sobre estas se pueden hacer cortafuegos.

A. METODOS DE ATAQUE

- Ataque directo

El ataque directo a un incendio o fuego consiste en atacar el fuego en el borde o base del mismo. El ataque sobre las llamas se hará con herramientas de sofocación (batefuegos principalmente), con palas echando arena sobre las llamas, mochilas de agua (muy poco prácticas, ya que solo traen 16 L y cuando se acaba el operario queda totalmente inutilizado), y con agua a través de las puntas de lanza de las mangueras.
Este método de trabajo es menos seguro que el indirecto pero se tiene la ventaja que se quema menos monte. Si se tiene agua suficiente y buenos accesos es el mejor, pero si se acaba el suministro de agua el personal que esté trabajando en primera línea se encontrará con una desagradable sorpresa. Las herramientas de sofocación se utilizaran si la altura de las llamas lo permiten.

- Ataque indirecto

El ataque indirecto consiste en atacar al fuego desde una distancia de seguridad. Esta distancia será la suficiente para trabajar con total seguridad con las herramientas manuales de corte y raspado (azadones, hachas, pulaskys o petas, mcleod, etc.) y con motosierras. En este método de trabajo lo más habitual es hacer una línea de defensa lo suficientemente ancha para que el fuego no consiga traspasarla.

Líneas de defensa

Es la eliminación del combustible forestal hasta suelo mineral, creando así una discontinuidad al avance del fuego. Cuando se usan en ataque indirecto, debido a que su anchura, que viene determinada por la altura del combustible, suele ser insuficiente para detener por si misma el incendio, debe ir acompañada de una quema de ensanche o un contrafuego.
Tendido de mangueras

La utilización de motobombas o vehículos contra incendios requiere que se realice el tendido de mangueras desde los mismos hasta un lugar adecuado para el empleo del agua en la correspondiente fase de la extinción: ataque directo o indirecto, control o liquidación. En el tendido de mangueras hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
• La altura de aspiración o desnivel entre la bomba y la superficie del agua a utilizar debe ser menor de 6 m.
• En la impulsión del agua, cada 10 metros de desnivel requieren una presión adicional de 1 atmósfera.
• Existe una pérdida de carga como consecuencia de la resistencia de la manguera a la circulación del agua que es mayor cuanto mayor es la longitud, el diámetro y la rugosidad de la misma, así como la velocidad de circulación del agua.
• La presión en la lanza debe ser como mínimo de 2 atmósferas.
• La presión de la bomba tendrá que ser tal que supere a la altura de impulsión, la pérdida de carga y la presión en la lanza.
El primer tramo de manguera se tenderá desde la devanadera del vehículo, y si la longitud del mismo no es suficiente, se procederá a hacer los correspondientes empalmes, para lo cual el personal trasladará los rollos colocados en la espalda.
En la operación del tendido habrá que evitar los roces y arrastres que puedan deteriorar la manguera.

B. UNIDADES INTERVINIENTES
Los medios de extinción se dividen, tradicionalmente, entre medios terrestres y medios aéreos.

- Medios terrestres

Los medios terrestres se organizan tradicionalmente en cuadrillas, grupos organizados de alrededor de una decena de miembros que se caracterizan por conocer de primera mano la demarcación que les corresponde preservar. Pese a que cuentan con medios limitados y escasa preparación, según que zonas, ya que poco a poco en España se tiende a la profesionalización del sector se caracterizan por su gran movilidad a la hora de sofocar pequeños focos antes de que se produzca un gran incendio. Son también los encargados de decidir si es precisa la colaboración de los bomberos que, esta vez sí, cuentan con preparación y profusión de medios, como vehículos motobomba y, a menudo, maquinaria pesada para la elaboración de cortafuegos (que también tienen las cuadrillas, solo que necesitan de la colaboración de más medios debido a la magnitud del incendio). Si el incendio es especialmente virulento se solicita la colaboración de los medios aéreos, formados por hidroaviones y helicópteros especialmente preparados para la realización de tareas de extinción. Sólo cuando todos estos medios están desbordados se solicita la colaboración de las fuerzas armadas.

Ante la presencia de un incendio activo (aquel en el que se aprecian llamas), la primera labor de los equipos de extinción es su control. Un incendio está controlado cuando no puede seguir propagándose, lo que se consigue conduciendo al fuego hacia una zona en la que carezca de combustible. Por tal motivo, las tareas de extinción de grandes incendios suelen centrarse en atacar sus frentes derecho e izquierdo, por una parte, y en eliminar todo material inflamable situado por delante de la cabecera del fuego, por la otra.
Esta estrategia se acompaña con el vertido sobre las llamas de grandes cantidades de agua, a la que a menudo se le añaden una serie de aditivos retardantes de la combustión que dificultan la propagación de las mismas (como el polifosfato de amonio), así como fertilizantes orientados a la pronta regeneración del terreno y la lucha contra la erosión.
Las cuadrillas de extinción son conocidas como retenes de incendios, los cuales son profesionales altamente calificados y con una gran preparación superando en multitud de ocasiones a los bomberos. Éstos últimos son gente muy preparada para incendios urbanos pero en el medio forestal las reglas cambian y es donde los retenes de ambiente hacen un excelente trabajo aunque con menos medios de los deseables. Jamás se verá a un bombero urbano utilizar una pala o un pulasky ya que no es su obligación, estas herramientas y otras más arriba explicadas son de los profesionales del gremio de los bomberos forestales.
- Maquinaria pesada

Para facilitar el empleo del agua, por medios terrestres, en la extinción de los incendios se utilizan grupos motobomba o vehículos contra incendios que sirven para llevar el agua hasta las proximidades del fuego y lanzarla a presión a través de mangueras sobre el mismo o en zonas cercanas, bien sola o combinada con productos retardantes.
Grupos motobomba: son máquinas transportables con un armazón que aloja un motor de explosión de dos tiempos y los elementos de aspiración e impulsión de agua. La motobomba deber instalarse próxima a algún depósito, algibe, pantaneta, acequia, etc., desde donde se tomará el agua.
Para los incendios forestales se utilizan vehículos con bastidor del tipo "todo terreno", provistos de cisterna para el almacenamiento de agua de capacidad entre 600 y 3. 500 litros, y una bomba centrífuga accionada por el motor del vehículo, para el llenado de la cisterna o el lanzamiento del agua de la misma.
Estos vehículos se suelen clasificar, según su capacidad de agua, en ligeros y pesados:
• Vehículos ultra ligeros: de 100 a 300 L de agua.
• Vehículos ligeros: de 600 a 2.000 L de agua.
• Vehículos pesados: de 3.000 a 3.500 L de agua.
En los últimos años se están desarrollando prototipos de mayor capacidad e incluso vehículos de cadenas, tipo carro de combate, con capacidad de unos 13.000 L de agua.

- Medios aéreos

Existen medios aéreos que apoyan en el combate aéreo de los incendios forestales; tal es el caso de helicópteros, helibaldes, avionetas entre otros.
Aparatos de ala rotativa (helicópteros)
Dentro de los aparatos de ala rotativa, existen muchos modelos, dedicándose a diferentes aplicaciones, como son:
Observación y vigilancia: para estas tareas se utilizan aparatos muy pequeños, tipo BELL - 47, con capacidad para un solo pasajero. Tiene la ventaja de su gran maniobrabilidad, ya que puede tomar tierra, casi, en cualquier parte.
Actualmente suelen ir equipados con cámaras de vídeo, infrarrojos y GPS, para poder determinar focos, perímetros, y como ayuda para determinar el envío de aviones anfibios al incendio.
Extinción de incendios: estos aparatos disponen de dos sistemas para el transporte del agua; el helibalde y el depósito ventral, que mediante un mangote de aspiración colgante, carga el depósito. Cada sistema tiene sus ventajas e inconvenientes, siendo desventaja más importante del depósito ventral, su peso, y la del helibalde, la desestabilización del vuelo del helicóptero.
Sus ventajas son, la de poder descargar el agua en cualquier parte, excepto en los focos más virulentos del incendio.
Transporte del personal: este medio se puede utilizar, para el transporte de las brigadas forestales, desde sus zonas hasta el lugar del incendio, de manera que brigadas que tardarían 2 horas en llegar al incendio, utilizando el helicóptero, para sus transporte tardarían 1/2 hora.
Aparatos de ala fija (aviones)
Entre estos aparatos podemos encontrar, el Douglas DC-6 y el Lockheed Hércules, estos son aviones de carga que han sido acondicionados para ser utilizados en las tareas de extinción de incendios. La carga de esos aparatos oscila entre los 7.500 y los 12.000 L. Luego podemos encontrar el Air-tractor, el Dromadair y el Grumman, estos son aviones de menor carga entre 1.500 L y 3.500 L . Su radio de acción debe ser de 30-40 km . Estos aparatos tienen la posibilidad de lanzar mezcla retardante. Estos como los de gran capacidad deben de cargar en tierra, por lo que necesitan una infraestructura de pistas de aterrizaje.
Luego tenemos los llamados anfibios, como el Canadáir y el AT anfibio, estos al contrario de los anteriores fueron diseñados desde su origen para la extinción de incendios forestales. Tienen la ventaja de poder llenar las cisternas mediante el deslizamiento sobre una superficie liquida. Su uso solo es posible si en las proximidades del incendio existe ( max. 50 km ), una superficie de agua adecuada.
Los Canadair disponen de un depósito de retardante de espumógeno y un mezclador en su interior.
Las principales misiones que llevan a cabo los aparatos los medios aéreos de ala fija suelen ser los siguientes:

• Misiones de vigilancia:

El avión es una herramienta, que ofrece muchas posibilidades, a la hora de realizar misiones de vigilancia, al constituirse en un punto de observación de enormes extensiones. Además se eliminan las zonas ocultas, no visibles desde los puestos fijos como son las torretas de vigilancia.
El uso de este medio suele ser variable en frecuencia, dependiendo del riesgo existente: en caso de detectar un incendio da una información exacta sobre su situación, características y evolución.
Una de las inconveniencias que presenta su uso es la discontinuidad en la vigilancia, ya que si se produce un incendio entre dos pasadas consecutivas, este no será detectado con suficiente celeridad.
Otro inconveniente es la necesidad de disponer de enlace en tierra y de suficientes pistas de aterrizaje.
Siempre que sea posible, un técnico experto en comportamiento de incendios forestales debe acompañar al piloto para valorar la peligrosidad de los incendios descubiertos.
• Misiones de extinción:

Las posibilidades, como medio de extinción, que presentan los medios aéreos son múltiples:
- Descargas de agua o retardante en puntos peligrosos para los equipos de tierra.
- Combate de focos secundarios.
- Actuación en coordinación con los medios terrestres.
Lanzamiento de agua, con el fin de refrescas las zonas en las que trabajan los medios terrestres (brigadas forestales).
Aparte de las aplicaciones del avión para la extinción directa, también se puede utilizar en ataque indirecto, lanzando productos retardantes, en las zonas sin quemar, para formar una barrera que detenga la marcha o avance del incendio. Por supuesto, esto siempre en coordinación con los medios terrestres.
C. MAQUINARIA LIVIANA, HERRAMIENTAS

Las principales herramientas manuales utilizadas por el personal en la extinción, que se describen seguidamente, deben ser conforme a la normalización del material establecida por el CLIF (Comité Lucha Contra Incendios Forestales) donde participan las Comunidades autónomas y la administración del Estado, Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
• El batefuegos es una herramienta destinada a apagar el fuego por sofocación (desplazamiento del aire), consistente en un mango o astil metálico o de madera, terminado en una pala elástica de goma. Mide 2 m de longitud, y su ancho máximo es 3 dm, su peso es de unos 2,5 kg. Se la utiliza para ataque directo sobre frente débiles, incipientes, o de combustibles ligeros. Se puede utilizar también en operaciones de ataque indirecto como ser apoyo en quemas de ampliación de "líneas de defensa", quemas prescritas, contrafuegos, control de focos secundarios y operaciones de remate.
• La pala es una herramienta compuesta de una placa acerada, ligeramente cóncava, de forma ojival, con filo en su contorno lateral y ojo en su zona posterior para enastarla en un mango de madera. Mide aproximadamente 13 dm de longitud y su ancho total es de 2 dm, siendo su peso de unos 2 kg . Se la utiliza para ataque directo, lanzando tierra sobre llamas o brasas para la extinción por sofocación. En operaciones de ataque indirecto sirve para la apertura y ampliación de líneas de defensa para la eliminación hasta el suelo mineral del combustible por excavado, raspado y tronchado del mismo; quemas prescritas, contrafuegos, control de focos secundarios y operaciones de remate: muy útil para mezclar tierra y brasas con agua suministrada por extintores de mochila, y preparación de puntos de agua.
• El hacha-azada (Pulaski) es una herramienta compuesta de una placa acerada con dos filos opuestos en planos perpendiculares, y un ojo central para enastarla en un mango de madera. Mide unos 9 dm de longitud su ancho es de unos 8 cm y su peso de unos 2 kg . Se la utiliza en ataque directo para aportar tierra suelta por excavación para ser lanzada con pala sobre llamas o brasas para la extinción por sofocación. En ataque indirecto permite abrir y ampliar líneas de defensa por corte, apeo y descuaje del combustible o eliminación del mismo por excavado y raspado hasta el suelo mineral; quemas prescritas, contrafuegos, control de focos secundarios, operaciones de remate y preparación de puntos de agua.
• El rastrillo-azada (Mc Leod), herramienta compuesta de una placa plana de acero estampado, con 6 dientes gruesos en un lado y corte en el opuesto, y provista de un casquillo de acero en su parte central, para enastar perpendicularmente a un mango de madera.

• El extintor de mochila: aparato aplicador de agua en chorro lleno o pulverización, constando de un depósito de transporte dorsal, latiguillo de conexión y bomba (lanza) de accionamiento manual.
• La motosierra es una máquina compuesta por un conjunto motor que mediante un sistema de embrague y transmisión pone en movimiento a una cadena cortante que se desliza por una guía y espada de longitud variable, según el tipo de árbol a apear. Para la extinción de incendios suelen destinarse motosierras ligeras de 4 ó 5 kg de peso. Se emplea en la construcción de "línea de defensa" para el apeo de árboles y corte de ramas y matorral grueso.
• La moto desbrozadora consta de un motor de dos tiempos unido por un tubo portaherramientas metálico al elemento de corte que suele ser un disco intercambiable, con un número variable de dientes o cuchillas, según el tipo de vegetación a cortar. Para su manejo dispone de un manillar con empuñadura ajustable y un arnés de enganche para colgarla de los hombros del operario. Su utilización es adecuada en la construcción de "líneas de defensa" para la eliminación de arbolillos, arbustos y matas leñosas.
Elementos complementarios
En general, tanto los grupos moto bombas como los vehículos contra incendios han de disponer como elementos complementarios de los siguientes:
- Mangotes, son tubos de gran diámetro (100/110 mm) que sirven para aspirar el agua por la bomba: deben ir provistos en su extremo de una alcachofa.
- Mangueras, son tubos flexibles que permiten llevar el agua canalizada desde la cisterna o motobomba hasta la lanza; suelen utilizarse según su diámetro interior
- Lanza, dispositivo metálico que se coloca en el extremo de la manguera para dirigir el agua, en forma de chorro o pulverizada y que alcance cierta distancia, disponiendo para ello de una válvula que regula su apertura.
- Racores, son piezas metálicas diseñadas para efectuar de forma rápida la unión entre mangueras o mangueras y lanzas.
- Bifurcaciones y derivaciones, materiales especiales que permiten hacer ramificaciones en los tendidos de mangueras para optimizar el uso de las mismas.

TECNOLOGÍA

Las nuevas tecnologías para detección y comunicaciones y las aplicaciones informáticas ayudan para conocer mejor la situación del incendio en cada momento, lo que favorece la prevención y vigilancia. También se utilizan para predecir el comportamiento del fuego, teniendo en cuenta el tipo de combustible, las condiciones meteorológicas y el relieve del terreno, como ayuda para la extinción.
La incorporación lógica de estas tecnologías a los incendios forestales lleva inexorablemente a que los servicios de Prevención y Extinción de Incendios se doten de modernas Centrales de Operaciones en las que las consultas de datos, cartografía digital e intercambio de información digital con unidades periféricas juega un papel decisivo.
Las utilidades proporcionadas por estas tecnologías constituyen una ayuda inestimable para una más documentada toma de decisiones.
Las espumas y retardantes mezclados con el agua mejoran su eficacia, y su poder de reducción de las llamas del incendio. Se tiene en cuenta la composición química de estos productos para que no resulten nocivos al suelo, a la vegetación y a los animales.
Los medios aéreos actuales son específicos para los incendios forestales y llevan nuevos sistemas de comunicación imprescindibles en la coordinación de la extinción de un incendio.
Además se pueden mencionar otras tecnologías como los detectores de infrarrojos y el seguimiento por satélite de los medios que intervienen en la extinción.
Consejos que normalmente se deben de dar a través de las campañas en la lucha contra incendios forestales.

La leyenda de Prometeo

Prometeo era un semidiós, hijo de un titán y una ninfa. Según la mitología griega, él creo a los primeros hombres, cogiendo arcilla que mojó con sus lágrimas y amasó hasta darle forma humana.

Una vez estas criaturas poblaron la tierra, su creador les enseño todo lo que los hombres necesitaban para vivir y hacerse cada día más fuertes.

Pero Prometeo se dió cuenta de que les faltaba algo imprescindible: el fuego.

Se lo pidió a Zeus, pero este se lo negó, receloso de esas nuevas criaturas.

Pero el osado Prometeo se acercó al carro del sol para robar el fuego, con una

rama seca, prendió una llama y se la llevó a los hombres. Cuando Zeus se dio cuenta ya era demasiado tarde y en la tierra las fogatas ardían junto a los

campamentos.

Enfurecido por esta osadía, Zeus envió a la tierra a Pandora para que abriese la caja que contenía todos los males que desde entonces asolan a la humanidad.

En cuanto a Prometeo, le condenó a ser encadenado en una montaña, para que un águila le devorara el hígado cada día. Finalmente, Hércules mató al águila y le liberó de su martirio.