jueves, 25 de marzo de 2010
EFECTOS
Los efectos desfavorables del fuego sobre los ecosistemas forestales son diversos, y su importancia crece con la frecuencia de los episodios incendiarios en una misma zona. Si no transcurre el tiempo necesario para que el bosque se recupere de modo natural, se produce una degradación progresiva del mismo, y con él, de los suelos sobre los que se desarrolla.
El impacto medioambiental de los incendios forestales afecta tanto a la biodiversidad como al suelo, agua y atmósfera.
El 95% del área que cada año se quema en la UE pertenece a la zona mediterránea. Las zonas mediterráneas destruidas por el fuego son víctimas de un fenómeno conocido como "sabanización". La tierra queda casi estéril y limita la recolonización de las plantas autóctonas. El suelo se vuelve más impermeable e impide la penetración del agua en su interior. La actividad bacteriana y de los hongos, trascendentales en los procesos biológicos del suelo, se ve también muy afectada, esto, naturalmente, puede afectar negativamente a los ciclos biogeoquímicos de numerosos elementos, los cuales dependen de la biota del suelo.
La sucesión de nuevos fuegos y lluvias torrenciales incrementa la erosión y la pérdida del suelo fértil.
Esta erosión se suele producir en los dos primeros meses tras el incendio. El manto vegetal desaparece, y con él, la barrera natural que retiene el agua y frena las inundaciones. Es lo que se denomina "desertificación del paisaje".
Los incendios forestales generan contaminación de diversas formas. Durante los primeros momentos después del fuego, la mineralización de la materia orgánica vegetal provoca una efímera fertilidad del suelo. Pero la gran mayoría de estos nutrientes son muy volátiles y pasan a la atmósfera o quedan disueltos en corrientes de agua. Como efecto derivado de la combustión de las masas forestales, diversas partículas y gases, incluidos los de tipo invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), acaban también en la atmósfera.
Los costes económicos de un incendio forestal son considerables. La madera y sus productos derivados, desde papel hasta combustible, y los productos alimenticios de la zona, ya no pueden aprovecharse. El ecosistema pierde su atractivo para las actividades de ocio y turismo. Las labores de regeneración suponen un gran desembolso económico que no siempre se ve recompensado.
A continuación se expone los diferentes efectos que pueden causar los incendios forestales: sobre el ecosistema, la fauna, la flora y el clima.
o LOS EFECTOS DE LOS INCENDIOS SOBRE EL ECOSISTEMA
Los incendios forestales tienen muchas repercusiones sobre la diversidad biológica. A escala mundial, son una fuente importante de emisión de carbono, contribuyendo al calentamiento mundial que podría modificar la biodiversidad. En los planos regional y local, modifican el volumen de biomasa, alteran el ciclo hidrológico con consecuencias sobre sistemas marinos como los arrecifes de coral, e influyen en el comportamiento de las especies vegetales y animales. El humo procedente de los incendios puede reducir notablemente la actividad fotosintética (Davies y Unam, 1999) y perjudicar la salud de los seres humanos y me los animales.
Uno de los efectos ecológicos más importantes de los incendios es la mayor probabilidad de que se produzcan nuevos episodios del mismo tipo en los años subsiguientes, al caer los árboles, lo que permite que la luz del sol reseque el bosque y produzca una acumulación de combustible con un aumento de especies susceptibles a los incendios, como las herbáceas inflamables.
La consecuencia de los incendios repetidos es perjudicial porque es uno de los factores principales del empobrecimiento de la biodiversidad en los ecosistemas de los bosques pluviales. Los incendios pueden ser seguidos de la colonización e infestación de insectos que perturban el equilibrio ecológico.
La sustitución de zonas extensas de bosque por herbáceas inflamables es uno de los efectos ecológicos más negativos de los incendios sobre los bosques pluviales tropicales.
o EFECTOS DEL FUEGO EN LA FAUNA FORESTAL
Efectos devastadores sobre las especies forestales de vertebrados e invertebrados, no sólo porque les causa la muerte directa, sino también porque provoca efectos indirectos más duraderos como estrés y desaparición de hábitats, territorios, cobijo y alimento. La desaparición de organismos de gran importancia para los ecosistemas forestales, tales como invertebrados, polinizadores y descomponedores, puede retardar de forma muy significativa el índice de recuperación del bosque (Boer, 1989).
La destrucción de árboles huecos en pie y de árboles muertos caídos tiene efectos negativos sobre la mayor parte de las especies de mamíferos y sobre las aves que anidan en las cavidades (Kinnaird y OBrien, 1998). Los incendios provocan el desplazamiento de aves y mamíferos, lo cual puede alterar el equilibrio local y en última instancia la pérdida de vida silvestre, dado que los ejemplares desplazados no tienen lugar al que dirigirse.
La pérdida de árboles frutales se traduce en una reducción del número de especies de aves y de animales que se alimentan de frutos; este efecto es particularmente acusado en los bosques tropicales.
En los bosques quemados se reducen las poblaciones de mamíferos pequeños, aves y reptiles y también los carnívoros tienden a evitar las zonas quemadas. La disminución de la densidad de pequeños mamíferos como los roedores puede influir negativamente en el suministro de alimentos a los carnívoros de tamaño reducido.
Los incendios también destruyen la hojarasca y las comunidades de artrópodos que la habitan, limitando aún más la disponibilidad de alimentos para las especies de omnívoros y carnívoros (Kinnaird y OBrien, 1998).
o EFECTOS DEL FUEGO EN LA FLORA
Los incencios provocan la muerte de la vegetación más sendible o poco adaptada y debilitan la que queda, que se convierte en foco ded plagas y enfermedades, puediendo provocar la deforestación de un lugar.
Los incendios forestales constituyen actualmente la causa más importante de destrucción de bosques en los paises del mediterráneo.
Cada año cerca de 50000 incendios queman entre 700000 y 1000000 de hectáras de monte (aproximadamente la superficie de la provincia de Ávila).
o EFECTOS DEL FUEGO EN EL CLIMA
La combustión de vegetales libera numerosos gases (como monóxido y dióxido de carbono, metano…) y particulas que provocan contaminación atmosferica. Esta contaminación altera la dinámica de la atmósfera, lo que entre otras secuelas, incrementa el efecto invernadero, origen del calentamiento global de la Tierra.
La cubierta vegetal crea un microclima con “nichos ecológicos” diferenciados en humedad, temperatura, aireación…Tras el incendio, estas condiciones se vuelven homogéneas produciendo bruscos efectos: aumenta la radiación solar, la temperatura, la absorción de calor, la velocidad del viento, la evaporación y la desecación; y disminueye la humedad ambiental.
Sin embargo, no todo es negativo en lo que al fuego se refiere. Cuando los incendios se deben a causas naturales (algo que cada vez ocurre con menos frecuencia), ayudan a mantener la salud del bosque, gracias a la movilización de nutrientes y a la acción controladora que el fuego ejerce sobre las plagas forestales. Además, los incendios de baja intensidad contribuyen a mantener carbono en el suelo, impidiendo así su volatilización y pérdida en forma de gas carbónico. Todo esto, naturalmente, no debe servir de justificación para prender incendios de modo intencionado, ni como disculpa por una inexcusable negligencia.
En cualquier caso, los incendios son parte de los bosques y las comunidades vegetales, y constituyen un fenómeno digno de ser estudiado. Las peculiaridades de los suelos de origen volcánico (suelos ándicos) hacen que estos suelos se comporten de modo peculiar ante el calor y el fuego.
El impacto medioambiental de los incendios forestales afecta tanto a la biodiversidad como al suelo, agua y atmósfera.
El 95% del área que cada año se quema en la UE pertenece a la zona mediterránea. Las zonas mediterráneas destruidas por el fuego son víctimas de un fenómeno conocido como "sabanización". La tierra queda casi estéril y limita la recolonización de las plantas autóctonas. El suelo se vuelve más impermeable e impide la penetración del agua en su interior. La actividad bacteriana y de los hongos, trascendentales en los procesos biológicos del suelo, se ve también muy afectada, esto, naturalmente, puede afectar negativamente a los ciclos biogeoquímicos de numerosos elementos, los cuales dependen de la biota del suelo.
La sucesión de nuevos fuegos y lluvias torrenciales incrementa la erosión y la pérdida del suelo fértil.
Esta erosión se suele producir en los dos primeros meses tras el incendio. El manto vegetal desaparece, y con él, la barrera natural que retiene el agua y frena las inundaciones. Es lo que se denomina "desertificación del paisaje".
Los incendios forestales generan contaminación de diversas formas. Durante los primeros momentos después del fuego, la mineralización de la materia orgánica vegetal provoca una efímera fertilidad del suelo. Pero la gran mayoría de estos nutrientes son muy volátiles y pasan a la atmósfera o quedan disueltos en corrientes de agua. Como efecto derivado de la combustión de las masas forestales, diversas partículas y gases, incluidos los de tipo invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), acaban también en la atmósfera.
Los costes económicos de un incendio forestal son considerables. La madera y sus productos derivados, desde papel hasta combustible, y los productos alimenticios de la zona, ya no pueden aprovecharse. El ecosistema pierde su atractivo para las actividades de ocio y turismo. Las labores de regeneración suponen un gran desembolso económico que no siempre se ve recompensado.
A continuación se expone los diferentes efectos que pueden causar los incendios forestales: sobre el ecosistema, la fauna, la flora y el clima.
o LOS EFECTOS DE LOS INCENDIOS SOBRE EL ECOSISTEMA
Los incendios forestales tienen muchas repercusiones sobre la diversidad biológica. A escala mundial, son una fuente importante de emisión de carbono, contribuyendo al calentamiento mundial que podría modificar la biodiversidad. En los planos regional y local, modifican el volumen de biomasa, alteran el ciclo hidrológico con consecuencias sobre sistemas marinos como los arrecifes de coral, e influyen en el comportamiento de las especies vegetales y animales. El humo procedente de los incendios puede reducir notablemente la actividad fotosintética (Davies y Unam, 1999) y perjudicar la salud de los seres humanos y me los animales.
Uno de los efectos ecológicos más importantes de los incendios es la mayor probabilidad de que se produzcan nuevos episodios del mismo tipo en los años subsiguientes, al caer los árboles, lo que permite que la luz del sol reseque el bosque y produzca una acumulación de combustible con un aumento de especies susceptibles a los incendios, como las herbáceas inflamables.
La consecuencia de los incendios repetidos es perjudicial porque es uno de los factores principales del empobrecimiento de la biodiversidad en los ecosistemas de los bosques pluviales. Los incendios pueden ser seguidos de la colonización e infestación de insectos que perturban el equilibrio ecológico.
La sustitución de zonas extensas de bosque por herbáceas inflamables es uno de los efectos ecológicos más negativos de los incendios sobre los bosques pluviales tropicales.
o EFECTOS DEL FUEGO EN LA FAUNA FORESTAL
Efectos devastadores sobre las especies forestales de vertebrados e invertebrados, no sólo porque les causa la muerte directa, sino también porque provoca efectos indirectos más duraderos como estrés y desaparición de hábitats, territorios, cobijo y alimento. La desaparición de organismos de gran importancia para los ecosistemas forestales, tales como invertebrados, polinizadores y descomponedores, puede retardar de forma muy significativa el índice de recuperación del bosque (Boer, 1989).
La destrucción de árboles huecos en pie y de árboles muertos caídos tiene efectos negativos sobre la mayor parte de las especies de mamíferos y sobre las aves que anidan en las cavidades (Kinnaird y OBrien, 1998). Los incendios provocan el desplazamiento de aves y mamíferos, lo cual puede alterar el equilibrio local y en última instancia la pérdida de vida silvestre, dado que los ejemplares desplazados no tienen lugar al que dirigirse.
La pérdida de árboles frutales se traduce en una reducción del número de especies de aves y de animales que se alimentan de frutos; este efecto es particularmente acusado en los bosques tropicales.
En los bosques quemados se reducen las poblaciones de mamíferos pequeños, aves y reptiles y también los carnívoros tienden a evitar las zonas quemadas. La disminución de la densidad de pequeños mamíferos como los roedores puede influir negativamente en el suministro de alimentos a los carnívoros de tamaño reducido.
Los incendios también destruyen la hojarasca y las comunidades de artrópodos que la habitan, limitando aún más la disponibilidad de alimentos para las especies de omnívoros y carnívoros (Kinnaird y OBrien, 1998).
o EFECTOS DEL FUEGO EN LA FLORA
Los incencios provocan la muerte de la vegetación más sendible o poco adaptada y debilitan la que queda, que se convierte en foco ded plagas y enfermedades, puediendo provocar la deforestación de un lugar.
Los incendios forestales constituyen actualmente la causa más importante de destrucción de bosques en los paises del mediterráneo.
Cada año cerca de 50000 incendios queman entre 700000 y 1000000 de hectáras de monte (aproximadamente la superficie de la provincia de Ávila).
o EFECTOS DEL FUEGO EN EL CLIMA
La combustión de vegetales libera numerosos gases (como monóxido y dióxido de carbono, metano…) y particulas que provocan contaminación atmosferica. Esta contaminación altera la dinámica de la atmósfera, lo que entre otras secuelas, incrementa el efecto invernadero, origen del calentamiento global de la Tierra.
La cubierta vegetal crea un microclima con “nichos ecológicos” diferenciados en humedad, temperatura, aireación…Tras el incendio, estas condiciones se vuelven homogéneas produciendo bruscos efectos: aumenta la radiación solar, la temperatura, la absorción de calor, la velocidad del viento, la evaporación y la desecación; y disminueye la humedad ambiental.
Sin embargo, no todo es negativo en lo que al fuego se refiere. Cuando los incendios se deben a causas naturales (algo que cada vez ocurre con menos frecuencia), ayudan a mantener la salud del bosque, gracias a la movilización de nutrientes y a la acción controladora que el fuego ejerce sobre las plagas forestales. Además, los incendios de baja intensidad contribuyen a mantener carbono en el suelo, impidiendo así su volatilización y pérdida en forma de gas carbónico. Todo esto, naturalmente, no debe servir de justificación para prender incendios de modo intencionado, ni como disculpa por una inexcusable negligencia.
En cualquier caso, los incendios son parte de los bosques y las comunidades vegetales, y constituyen un fenómeno digno de ser estudiado. Las peculiaridades de los suelos de origen volcánico (suelos ándicos) hacen que estos suelos se comporten de modo peculiar ante el calor y el fuego.
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